En mi perido 2A nunca dicen el juramento a la bandera. 9/11 cayó en un viernes, y no se miraba ser un dia diferente de lo usual. Planes del fin de semana usurparon las voces del intercom. Un devoto de la mitad de la clase se retorció en una lucha para comprender los anuncios los cuales sus compañeros perdieron. La sombría voz de el Vicepresidente Ryan Shaw citó al gobernador Herbert, “[…]nosotros [pausa] para recordar las vidas perdidas, las familias quien sobrevivió y las miles… quienes valientemente respondieron 14 años atrás. . . mientras observamos el aniversario de 9/11, vamos a rededicarnos a levantar, ayudar y fortalecer a otros.” La clase se paró a la solicitud de la maestra para decir el juramento. Moans sobrevino.

En un siempre crecientemente post-9/11 mundo, los estudiantes se distancian asi mismos personalmente de una coneccion de un evento de significado colosial. Para aquellos que pueden citar el momento del trauma que trajo a América a sus rodillas tantos años atrás, las lágrimas que aún caen tan pesadas y tan frescas como los escombros que llovio ese dia.

Joachim Session, mi padre, empieza con la historia de su compañero de trabajo. “Stanley Weinstein,” el dijo. “Cuando escucho ‘nueve-once’, el es la primera persona que viene a mi mente.” Papa trabajo en el trigésimo piso de el Servicio de Monitoreo con Video (VMS por sus siglas en inglés), un edificio adjacente a la terminal de autobuses Port Authority en la Calle 42nd Street New York en el momento.

La hija de Weinstein trabajaba en el piso 92 en la Torre Sur del Centro de Intercambio Mundial, también conocidas como Las Torres Gemelas, la segunda torre en ser atacada. De alguna forma, él encontró una manera de conectarse con ella en medio de la sobrecarga de la linea del telefono durante el ataque. “El decia, ‘ve tan arriba como sea posible. Ve al techo.’ porque tal vez un helicóptero pueda venir y empezar a rescatar a estas personas que están varados en el otro edificio.” Weinstein apretó en la fe, los adioses sinceros eran inevitables. “Recuerdo [su] hija [diciendo] ‘por favor ayuden a mi esposo cuidar de mis hijos.’

Mientras que las flamas de combustible de jet consumían los ocho pisos inferiores, la torre norte a su lado dio su camino a un fallo estructural. De repente, el servicio de monitoreo con cámaras en el piso 30 acudían a las ventanas y dejaron los lamentos sueltos de dolor y miedo mientras que el gigante de 110 pisos reducía su masa detriro en cuestión de 15 segundos.

“Cuando la primera torre colapso, supe que perdió la fe,” dijo mi padre. “Era cuestión de tiempo antes de que el siguiente edificio.” Las líneas telefónicas se cerraron. Un oficio de colegas ayudantes incapaces revolvieron por coneccion con la hija de Weinstein, quien veía el edificio ardiendo a través de la ventana.

La Torre Sur era ahora la prisión de su hija, y el avión de 56 pasajeros que le pegó fue un dragón con aliento de fuego, que sus flamas eran tentáculos escalando por ella. Entonces la Torre Sur sucmbia a la fe de su hermana. La mayor estructura de Manhattan que ahora una tumba de 1.8 millones de toneladas. Weinstein cayó a sus rodillas a la par de los escombros grises. “El estaba llorando como un niño pequeño,” dijo papá. “Fue como si alguien le hubiera arrebatado su alma.”

El año próximo, ,mientras una junta conmemorando el 15 aniversario del 11 de Septiembre, 2001, los ninos que nacieron ese año aprenderán a conducir. El entendimiento del cambio profundo se adhiere con generaciones anteriores; el tema tiznado para los jóvenes es el recuerdo.

Sophomore Delaney Jordan dijo sobre 11 de Septiembre, 2015, “Nosotros realmente no hablamos este año. Fue triste. Hablamos de ello cada año. Hubo un momento de silencio en el autobús esta mañana, pero eso fue todo.”

Con el significado compartido regularmente, carreteras estaran llenas con miembros incontrables de reconocimiento. El impacto de 9/11 alcanza a través de un lapso de emociones humanas individuales y efecto global.

Como un punto de referencia en historia, cada dia que pasa es medido por ello. “Nosotros necesitamos como una generación definitivamente tomar un paso para atrás y analizar la conecciones que las generaciones pasadas tuvieron que 9/11 y las repercusiones que surgieron de ello, dijo junior, Cormarc Romine. “Y yo definitivamente pienso que deberíamos de usar esas conecciones del pasado para ayudarnos a identificar problemas dentro de nuestro futuro y cómo podemos [evadirlos].”

El mundo se convierte en un incubador de apatía cuando la gente pierde ciertos tipos de coneccion a ciertas cosas. Las consecuencias de un ataque terrorista son menos fáciles de notar cuando son una parte de la vida natural. Las memorias de ese dia se engruesan mas haya con cada pensamiento que pasa. La habilidad de respetarlos juntos a nosotros.